Bienvenid@ a Imaginadantia





    Hace tiempo escuché una conversación en la que se hablaba de la diferencia entre lo imaginario y lo real. Parecía una conversación más de las que escuchas cuando vas en el metro o en el autobús pero, de repente, una frase sobrevoló aquel vagón y se metió en mi cabeza para no salir jamás: Si lo has imaginado, ya existe.

    No puedo estar más de acuerdo. En el momento en que imaginamos algo, ese algo ya existe, y ese hecho, el de existir, lo convierte en real. ¿Acaso no lo es por no ser tangible? Ningún sentimiento es tangible y, sin embargo, nadie pone en duda el amor que una madre le profesa a un hijo, o la felicidad que experimentó cuando lo trajo al mundo. Entonces, ¿por qué asumimos que lo imaginario no es real? ¿Es porque nadie más, aparte de quien lo imagina, es capaz de verlo? Entre los años 2012 y 2013 se documentaron 367 nuevas especies en la región del Gran Mekong. ¿Quiere decir eso que antes del año 2012 esas especies no eran reales porque nadie las había visto? La respuesta es obvia.


    He imaginado mucho desde entonces y seguiré imaginando, creando cosas reales, algunas de las cuáles tomarán forma. En este blog quiero compartir esa imaginación, la que toma forma de palabras.